no se si me lo soñé, o lo leí o me acordé.
era una casa grande con dos pisos y un jardín y el hermano mayor le dijo a su hermano chiquito, el de gafas, el que estaba obsesionado con hacer recortes, que no solo puede cortar las cosas malas. no puede solo borrarlas. el chiquito cortaba las groserías y todas las palabras que tuvieran que ver con la violencia. accidentes, asesinatos y desastres por igual, solo cortaba todas las palabras llenas de maldad, todas las fotos impregnadas de miseria y lo ponía todo en un montón, y dejaba todas las revistas, con las hojas llenas de huecos, con las historias vacías y contadas a medias en otro montón.
el hermano mayor le decía que negar las cosas malas no hace que paren de existir. que si le quita el nombre al dolor, no se para de sentir. que el monstruo sigue siendo monstruo aunque yo me tape los ojos. se lo repitió hasta el cansancio. unas semanas después el hermano chiquito, el de las gafas que está obsesionado con los recortes, le dice que ya terminó. cuando el hermano mayor entró al cuarto vio las paredes llenas de palabras; dolor, asesinato, masacre, muerte ,angustia, injusticia, maltrato. de pronto si me acostumbro a mirar a este dolor a los ojos, ya cuando me toque verlo de frente no me va a doler tanto. depronto si me aprendo al monstruo de memoria no ma va a poder asustar, le dijo el hermano chiquito.
no importa cuanto conozcas al monstruo, si te asusta por la espalda el dolor va a ser irreconocible, le dijo el grande.
el dolor, aunque lo veas todos los días a la cara, no hace que sea menos doloroso; We have thirty-two teeth. After a while, having each tooth individually destroyed probably gets repetitive, even dull. But it never stops hurting. -John Green
Bogotá
Septiembre 24, 2020
8:44 am
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