me dejó pensando muchas cosas. es una historia sin un punto específico de tensión (por la cantidad de puntos de tensión) sobre un proceso de desnormalización, de crecimiento, de autoconocimiento & la búsqueda de una voz propia muy berraca. es una historia muy dura, pero real, que no es sobre el papá, como uno cree al comienzo, es sobre ella, Kambili encontrando una voz, encontrandose a si misma, donde la idea de lo que ella es se la había construído su papea. es de una mujer aprendiendo a volverse fuerte.
pero a la vez, no. a la vez no sabe separarse de lo que es su papá, sigue buscando su aprobación hasta en los sueños. sigue creyendo ciegamente en la biblia y en no usar pantalones y tener el pelo escondido y la túnica cerrada, y juzga a las que no son así, y sin darse cuenta esos pensamientos le hacen más daño que bien. le hacen demasiado daño. pero igual lo hace. sigue enfurecida con su mamá por envenenar al papá, cuando no pudo haberlo hecho sino por amor. pero es un proceso que ella tiene que pasar para darse cuenta de que su papá era un abusador físico y emocional y que ningún bien le hizo, a pesar de haber hecho muchas cosas bien. pues una cosa no justifica la otra. no equivale la balanza.
Mesa de Yeguas, Anapoima
Diciembre 30, 2019
11:14 am
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