Tengo muchos trenes de pensamiento:
Primer tren: Uno no puede separar la obra del artista. Él habla de la violación como parte importante del erotismo. Casi como la parte más importante. Que cuando le hacen algo a un hombre es castrarlo, repulsivo y opuesto al sexo. Pero si le hacen lo mismo a la mujer es excitante. Él, Kundera, es repulsivo. En "la casa de los espiritús" (único otro libro que me he leído donde la violación es parte de la novela) la violación es algo horrendo. En este libro, en este universo, la aventura, la vida innegable de Kundera, él defiende la violación. No lo vuelvo a recomendar.
Segundo tren: No me gusta la separación entre amor-risa que hace. Tiene una concepción al amor muy contraria a la mía. Cree que el amor es mamarse a la otra persona. Es simplemente, dejarse, de la vida, de todo. Es ponerse cachos constantemente. y, aunque si. Aunque también es idealizar y desilusionarse, el amor y la risa son en esencia, lo mismo. El amor es sonador, alegre y espontaneo. A veces no tiene sentido ni razón. Así como la risa. En el amor hay risa, en la risa hay amor. De resto nada importa, de resto todo es confetti.
P.D: No entiendo porque pienso así, pero escribo lo que escribo. De pronto las historias son yo diciendome la verdad del mundo. pero también soy yo no creyendome.
Bogotá en cuarentena
Mayo 1, 2020
12:50 pm
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