cuando leí la frase "porque, claro, si a un hombre le faltan las piernas o los brazos, todos sabemos, o creemos saber, que ese hombre es un desvalido y en ese momento ese hombre empieza a serlo menos (...) llegamos a sentir luego un oscuro sentimiento de rencor, quizá por los infinitos desamparados absolutos que en ese mismo instante (por no tener la audacidad o la seguridad y hasta el espíritu de la agresión de los vendedores de peines y de retratos de colores) sufren silencio y con dignidad suprema, su suerte de auténticos desdichados. (Sobre heroes y tumbas)
aunque un poco tergiversada, me acordó a la idea grande que ha comenzado a ser hablada hace poco, que es la estigmatización sobre los dolores y las enfermedades no físicas. porque aunque claro, cada día el discurso sobre la salud mental está más fuerte, no se puede ignorar que la gente no se lo toma enserio. a mis amigos todavía les da pena decir que van al psicólogo entonces dicen que van a citas médicas. y las personas que están tristes, ansiosas, o deprimidas siguen siendo ignoradas y minimizadas porque "hay cosas peores" o sus síntomas no son los que el estigma asocia con las enfermedades, entonces "no es tan grave."
también me choca la facilidad con la que la gente descarta los sentimientos. me leí un libro en el que a un personaje se le muere el mejor amigo y la escritora le dió tres semanas de tristeza y ya. todo volvió a la normalidad. cuando la vida y el duelo no son así. es por días, por momentos, dura todo el tiempo del mundo. y con esto, me chocó como para descubrir dolores, la gente usa metáforas físicas, como cuando intentando explicar su duelo, C.S Lewis dijo; After he’s had his leg off it is quite another. After that operation either the wounded stump heals or the man dies. If it heals, the fierce, continuous pain will stop. Presently he’ll get back his strength and be able to stump about on his wooden leg. He has “got over it”. But he will probably have recurrent pains in the stump all his life, and perhaps pretty bad ones; and he will always be a one-legged man, There will be hardly any moment when he forgets it. Bathing, dressing, sitting down and getting up again, even lying in bed, will all be different. His whole way of life will be changed. All sorts of pleasures and activities that he once took for granted will have to be simply written off. Duties too. At present I am learning to get about on crutches. Perhaps I shall presently be given a wooden leg. But I shall never be biped again.
Bogotá
Febrero 14, 2021
8:25 pm
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