a veces tengo días normales. días, mejor dicho, momentos en los que estoy bien. en los que puedo reírme y conversar y ser una persona cualquiera. una persona simple.
otras veces siento que me estoy ahogando. siento que no puedo respirar.
casi siempre pienso en G, o en la muerte, o en gente muriendose, o en el duelo, o en mi duelo,o en el duelo de otra gente, duelo por G, o duelo, o en paros cardíacos o en gente enferma o en gente muriendose o en que G se murió.
cuando pienso en alguna de estas cosas siento un nudo GIGANTE en la garganta. pero no es un nudo de que voy a llorar entonces las palabras no salen. no. es un nudo como si tuviera ganas de vomitar. como si fuera comida devolviendose, pero no quiere salir. siento que el aire no puede entrar porque hay una bola en mi garganta que no lo deja. siento que quiero vomitar. llevo sintiendo esta bola desde la misa en el colegio. o de pronto antes. no se. ese nudo, me da ganas de vomitar pero, a veces pienso que si no la lloro nunca, no la voy a olvidar ni me sacaré su nombre del cuerpo. Y a veces, la mayoría de las veces, quiero que nunca pase. Que se quede ahí para siempre, así sea convertida en un dolor en el codo (Amalia Andrade, Uno siempre cambia el amor de su vida...) o en un nudo en la garganta. tal vez, aunque me moleste, no quiero que se vaya. Nunca.
Cuarentena en Potrero Grande
Mayo 24, 2020
6:54 pm
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