me parece impresionante lo parecida que soy a mi mamá. y lo poco consciente que era al respecto. me parezco mucho en lo que más le admiro y más le critico.
en lo entregada. en lo abnegada. porque finalmente, mi mamá me enseñó a ser eso. a que está bien no siempre estar primero, ser prioridad, que está bien saber cuál es el lugar de uno. obvio, sé que es algo muy propio de la mujer, sé que encaja en muchos estereotipos femeninos, en muchos arquetipos femeninos, pero igual sé, lo sé y no lo sabía antes de esto, que yo me parezco mucho a mi mamá en esto. en que hay cosas que van primero que yo. en que mi mamá va primero que yo. en que si es necesario, me puedo ir a sentar en el purgatorio (así le dice L a la sala de espera de la uci) por seis horas al día y duermo con ella las noches que sean necesarias. y lo hago con gusto. sabiendo que es lo mejor. sabiendo que alguien lo tiene que hacer y ¿ quién mejor que yo ? se me sale lo controladora y lo loca y lo hermana mayor y lo mujer. se me sale todo. todo lo que soy.
creo que ha sido una cosa muy significativa. este año me lo ha demostrado de todas las formas. que soy noble. que soy entregada. que soy abnegada. que soy una buena miembra de familia. que no soy una persona egoísta en mi core. que muy adentro no soy mala, ni egoísta, que sé poner a los demás primero. sin perderme, ni dejarme de lado, pero sí sé hacerme a un lado. sí sé mover mis prioridades. y si no pasa una clase, o no puedo hacer el curso de facilitación por acompañar a mi mamá, me perdono. por no ser una maquina, por no poder concentrarme, por no poder interesarme en esas trivialidades. me permito estar presente en mis sentimientos y mis preocupaciones, me perdono.
noviembre 30, 2024
10:49pm
bogotá
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