Para comenzar la discusión sobre la heterosexualidad obligatoria es importante definir los términos que voy a usar. Primero sería importante definir la heterosexualidad como tal, que según el diccionario de Merriam-Webster, esto es: una persona que está sexual o románticamente atraída a una persona del sexo opuesto. (Merriam-Webster, n.d) Otro término que va a ser usado repetitivamente es el de “obligatorio” que según este mismo diccionario quiere decir: vinculante o requerido bajo ley o consciencia. (Merriam-Webster, n.d) Estas definiciones las doy para que haya una claridad frente a cómo se van a usar estos conceptos a través del ensayo. Para la argumentación se van a usar de base teórica el artículo de Adrianne Rich llamado “Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana”. La premisa inicial que usa Rich es que la heterosexualidad es usada como institución política que debilita a las mujeres, que a través de reforzarla es que logran controlarnos. Estoy de acuerdo con lo que propone Rich y lo voy a argumentar a través de unas de las características de poder masculino que ella presenta en su texto y cómo se relacionan a la vida cotidiana de la mujer, sobretodo mi vida, con la negación social que hay hacia el lesbianismo y como indirectamente se exige la heterosexualidad femenina en la sociedad colombiana del siglo XXI.
Una parte muy importante del texto de Rich es cuando hace mención a las manera en las que los hombres imponen su poder sobre las mujeres y como esto logra una clara desigualdad de género, y también la heterosexualidad obligatoria. Primero Rich habla de como a las mujeres se les niega su propia sexualidad, esto en mi cotidianidad tiene que ver con subtemas como la represión de la masturbación, que implica la heterosexualidad obligatoria porque hace que las mujeres solo puedan ser sexuales cuando es para brindarle placer a otro, probablemente hombre, no para complacerse a sí mismas. Las mujeres no pueden ser entes sexuales individuales, ni para otras, sino solo para los hombres. Dentro de esto también está el concepto que se conoce como “slut shaming” que es cuando a la mujer socialmente se le castiga o se le da vergüenza por tener comportamientos que incluyen muchas parejas sexuales y poco pudor frente a esto, que es una práctica que a los hombres se les premia.
Otra de las características que menciona Rich es la imposición de la sexualidad masculina sobre las mujeres, esto tiene que ver con lo obvio, la violación y todas las maneras de abuso sexual, pero también en el porno violento, que hace que los hombres crean que así deberían comportarse y a las mujeres creer que eso es lo normal y por tanto lo tienen que recibir. Tiene que ver también en el obligar a las niñas a ir en falda al colegio, y hacer que las usen bajas para no distraer a sus compañeros y profesores hombres, haciéndolas ser conscientes de su lugar como objeto sexual hacia los hombres desde la infancia. También está la idealización del amor heterosexual en todos los medios y artes, la idealización del núcleo familiar tradicional que predispone a las mujeres a siempre estar en busca de ese otro que las va a ayudar a completarse, que les va a mejorar la vida y de ese bebé que va a lograr esto también.
Rich habla también de las confinaciones físicas que impiden el movimiento. Esto tiene que ver con la violación física y el acoso sexual claramente, pero también con la maternidad obligatoria, que la sociedad impone como un rito de paso para ser mujer, que una mujer nunca va a estar completa sin un hijo, y lo que implica estar embarazada es estar limitada. Las faldas que se le piden a las jugadoras de tenis no solo limitan su movimiento, sino que les crea más calor e incomodidad al jugar son un requerimiento para que las mujeres deportistas se sigan viendo femeninas, sigan entrando dentro de lo que es deseable para el hombre. O como en muchos lugares de trabajo el uniforme incluye tacones, estos son artículos que son para crear belleza, y volverla un objeto sexual masculino otra vez. Ejemplos así hay muchos, pero lo que estos normalmente crean es seguir metiendo a las mujeres en las casillas de “deseables” para el male-gaze a pesar de que las impida hacer y moverse.
Otra de las características que se menciona es la privación de amplias áreas de los conocimientos de la sociedad y de los descubrimientos culturales. Donde más creo que esto se puede ver es “la canalización de roles sexuales que aleja a las mujeres de la ciencia, la tecnología y otros objetivos <<masculinos>>” (Rich, 1980). En estas instituciones las mujeres todavía no se toman en serio y cuando son tomadas en serio, todos los atributos que en los hombres se consideran buenos, viriles; que sean asertivos, fuertes, inteligentes, son considerados aspectos negativos para la mujer, por que son aspectos masculinos. Esto implica que ella pare de ser un ser sexual, y lo que no es sexualizado no es admitido bien. Pues una mujer “masculina” es rechazada de la sociedad porque probablemente no es heterosexual, entonces no tiene una función clara en la sociedad como objeto que le va a brindar placer a los hombres.
La negación al lesbianismo también es una muestra importante de cómo la heterosexualidad es obligatoria. Cuando hablo de la negación al lesbianismo no me refiero solamente a la ocultación literal del lesbianismo que menciona Rich cuando dice “el cierre de archivos y la destrucción de documentos relacionados con la existencia lesbiana” (Rich, 1980) sino en términos más cotidianos. Cuando el lesbianismo es “aceptado” en un video porno si son dos mujeres que se ven muy femeninas, porque entra dentro del imaginario sexual masculino, pero si son dos mujeres masculinas no es igual, mucho menos si son dos mujeres mayores de cincuenta años, o una embarazada, porque no son entes sexuales, entonces no son deseables, por lo tanto su lesbianismo no es aceptable. La negación del lesbianismo también entra cuando en una situación en la que hay una mujer homosexual un hombre heterosexual dice que es lesbiana porque “no le han dado bien”. Lo que está haciendo él es resumir su sexualidad a la capacidad de un hombre, no a la elección consciente de la mujer, rebajandola a ser solo una respuesta hacia el hombre, no un individuo pensante.
Anteriormente mencioné muchos casos donde los argumentos de Rich se podían ver reflejados en mi vida, pero hay más casos en los que la heterosexualidad obligatoria hace parte de la vida de la mujer colombiana del siglo XXI. Desde los nueve años en nutricionistas y dietas para desde chiquitas tener el cuerpo que el hombre desea, o desde niñas acostumbrarnos a tenerlo, a sacrificarnos por esto. Cuando a los seis años llegaba a la casa a contarles de un nuevo amigo a mis papás era un posible novio, cuando de una amiga nueva nunca había ese comentario. Pijamadas con amigas niñas desde chiquitas, hasta adolescentes siempre han sido aceptadas, pero con amigos hombres no, porque algo podría pasar, condicionandonos a que el hombre es siempre un posible algo, no solo un amigo. Cuando dos amigas son muy cercanas les dicen “novias” en un tono peyorativo, porque ser novias, ser lesbianas, es algo negativo, por lo tanto ser heterosexuales es algo positivo, bueno. La primera pregunta con la que mi familia me saluda después del “¿ cómo estás ?” es si tengo novio. Estos son ejemplos claros, pero hay muchos más que están debajo de la superficie, los micromachismos, esas bases en las que está fundada nuestra sociedad en la que ser mujer significa ser deseada por un hombre.
En una sociedad en la que lo masculino es lo que impone y lo que es considerado como bueno, es claro como obligar a lo femenino (que por ser su contraparte es lo negativo y lo que está puesto en consideración) a adorar y desear a lo masculino es norma. Si entendemos que la sexualidad es una institución que está implícita en toda nuestra sociedad, en lo que nos venden y lo que compramos, en lo que mostramos y escondemos, es claro ver como también es una heterosexualidad en donde las mujeres están presentadas como un objeto sexual y el hombre es el consumidor de esto. Pues a través de imponer el poder de los hombres hacia las mujeres sobretodo frente a la sexualidad, de negar la sexualidad entre mujeres y estar intrínseco en las maneras en las que las mujeres y hombres interactúan, la heterosexualidad femenina obligatoria se vuelve una norma implícita en nuestra sociedad.
Bibliografía
Adrianne Rich. (1980) Heterosexualidad obligatoria y existencia lesbiana. DUODA Revista d'Estudis Feministes núm 10-1996
Merriam-Webster. (n.d.). Heterosexual. In Merriam-Webster.com dictionary.
Merriam-Webster. (n.d.). Obligatory. In Merriam-Webster.com dictionary. https://www.merriam-webster.com/dictionary/obligatory
Mayo 27, 2022
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