estando en el guaviare vimos las plantas rosadas que normalmente se asocian con caño cristales, pero también había en este lugar, y me puse existencial.
para entender por dónde iba mi cabeza, hay que aclarar un punto. yo tengo un master en atribuirle sentimientos y comportamientos humanos a lo no humano, porque se me facilita entender el mundo a través de metáforas y analogías.
con eso claro, es importante entender que las plantas son verdes porque son el único color que no absorben, y las ayuda con la fotosíntesis y esas cosas ( o eso le entendí a mi amigo el biólogo), pero estas plantas, las macarenias clavigeras, endémicas de la macarena colombiana, como se dan en ríos de agua dulce y de altas corrientes, no tienen suficiente protección del sol y en esas zonas el sol es muy picante, entonces como mecanismo de defensa y supervivencia se convirtieron rosadas, para no absorber tampoco el rojo.
aunque todas las otras plantas reciben el sol a diario, pero ellas son más sensibles, entonces como mecanismo de defensa, cambiaron. evolucionaron, le apostaron a su supervivencia a pesar de no hacer lo normal. se diferenciaron y mostraron lo distintas y únicas que son solo por supervivencia. entonces el resto de las plantas las miraron mal probablemente, por no cumplir con el status quo, por no seguir con el deber ser impuesto. y probablemente las macarenias se sintieron mal, por no entender como todas las otras plantas sobrevivían esas condiciones que a ellas las quemaban, que las mataban. probablemente se sentían chiquitas y torpes. inadecuadas e inaceptables.
sin saber que nosotros las admiramos. sin saber que nosotros celebramos y peleamos por conservar su belleza. que viajamos kilometros por mirarlas. que nos sentimos afortunados y recargados de estar en su presencia.
no nos olvidemos nunca de los admiradores silenciosos.
octubre 12, 2022
11:14 am
bogotá
Comentários