hoy fuimos con geotravel y bamba travel a una finca a las afueras de San José de Guaviare que se llama "la finca chontaduro" donde nos recibió don Edilson y nos contó sobre él y su vida.
primero nos introdujo a su finca y nos mostró su pequeño cultivo de coca. nos contó que él fue cultivador de coca por 32 años para ventas ilícitas y se salió de ese negocio en 2017. nos contó que primero las cultivaban, que era muy difícil porque el estado les llenaba los cultivos de un químico que mataba cualquier planta, entonces tenían que mover y cambiar cultivos muy seguido. cuando lograban producir suficientes hojas las mezclaban entonces con cemento (argos era el que más le gustaba a él), gasolina, (la misma que usaban para los helicópteros), acido sulfurico, sulfato de amonio, permanganato (que es usado como explosivo), soda cáustica y amoniaco y lo mezclaban hasta crear lo que se conoce como la pasta de coca. esta parte don Edilson la daba para concientizarnos sobre la cantidad de elementos tóxicos y asquerosos que le meten a la pasta, que son muchos menos de los que le meten a la cocaína misma. él daba esta parte para que nunca metamos eso, nunca consumamos cocaína.
entonces le preguntamos sobre el proceso. el hombre se lo vendió por temporadas a los paramilitares y por temporadas a las FARC. cuando se los vendía a los paramilitares, los chichipatos (también conocidos como mensajeros) iban a la finca de él y se lo compraban. cuando las FARC decidieron que querían comprar, ya no dejaban que don Edilson se lo vendiera a nadie más. él se tenía que subir una vez a la semana en un camión donde nadie veía a dónde iban y en un momento de la carretera salía una bandera roja, el camión se metía selva adentro y cuando llegaban a el lugar establecido, hacía una fila de hasta 400 personas y se la vendían a ellos.
nos contó que hubo un tiempo largo donde la moneda del guaviare eran gramos de pasta de coca, que era lo que aceptaban en el mercado. tenían una pesa y con eso es que se podía comprar huevos y maíz. era una vida muy diferente, unas estructuras de poder y una autoridad muy claras pero muy diferentes a las que vivimos en la ciudad, parecían casi que otro país, una vida donde el que sobrevivía era porque era el más vivo.
primero, qué valiente fue él de dejar la vida cómoda por una más aventurada. que valiente fue apostarle al turismo sostenible, y cultural, a la comida de acai y jojoba, a enseñar de dónde sale la coca y cómo se crea.
pero también creo que es una clase sobre nuestro país. sobre la vida de muchos campesinos que no tenían cómo sobrevivir, no se querían vincular con las armas y tenían tierras. personas que necesitaban subsistir y era la manera más fácil, segura, y barata de hacerlo. no es una forma de justificación pero sí de explicación. porque nosotros desde la comodidad de la ciudad no podemos ver el panorama total hasta oír historias personales, y ponernos en los zapatos y debajo de los sombreros de los campesinos. porque juzgar es muy fácil y tomar partido de peleas que nunca vamos a entender porque no podemos dimensionarlas. no vamos a dimensionar nunca que las opciones son entrar a las armas, (tanto militares, paramilitares, FARC) o cultivar o bandearse, pero todas tienen que ver con el conflicto, y la opción más fácil es entrar a las armas. matar a sus compañeros por peleas que ellos no entienden ni apoyan totalmente. y los que no entran a las armas es una decisión que toman todos los días. aunque hoy en día no tanto, hubo mucho tiempo que si, y ¿ cómo vamos nosotros a juzgar a gente que está intentando sobrevivir una guerra ? ellos no son buenos, pero tampoco son malos. son narrativas que desafían mucho las narrativas a las que estamos acostumbrados.
fue una situación que confrontó mucho muchas cosas que tenemos "claras". fue muy loco ver la pasta de coca y la cocaína y ver realmente la cantidad de cosas asquerosas que las personas pueden llegar a consumir. me pareció muy loco ver cómo viven esas personas que ni siquiera tenemos en cuenta cuando hablamos de esto. porque yo al menos nunca había pensado en el campesino. no en el guerrillero ni en el militar, pero los campesinos a los que igual participan con los rezagos de esa guerra. nunca había pensado en todo lo que ellos viven.
fue una experiencia muy transformadora y de mucho aprendizaje. soy muy feliz de haber podido tener esta experiencia. gracias bamba, y gracias proceso de paz colombiano por dejarnos abrir fronteras y tener espacios de aprendizaje.
octubre 4, 2022
6:31 pm
Guaviare
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